Al llegar a su refugio, Ian apenas tenía fuerzas para mantenerse en pie. El enfrentamiento en la fortaleza de los goblins había dejado su cuerpo magullado y su mente agotada. Sin embargo, antes de permitir que el sueño lo reclamara, sabía que debía atender a su fiel compañera, la Reina Avispa, que había sufrido heridas significativas durante la huida.
Ian se acercó a la Reina Avispa, que ahora era una criatura espiritual, sin necesidad de respiración ni descanso, pero aún vulnerable a los daños que había recibido. Sin perder tiempo, canalizó un punto de su poder mágico, extendiendo su mano hacia el alma de la Reina Avispa. La energía fluyó a través de él, envolviendo a la Reina en un suave resplandor que comenzó a cerrar sus heridas y restaurar su esencia espiritual.
La conexión entre ambos se fortaleció con este acto, y Ian sintió un vínculo más profundo formarse. La Reina Avispa, aunque no necesitaba respirar, mostraba un brillo renovado en sus ojos, como si estuviera agradecida por la segunda oportunidad que le había otorgado Ian. Con su compañera recuperada, Ian finalmente se permitió cerrar los ojos y caer en un sueño profundo, sabiendo que la Reina Avispa velaría por él.
Mientras dormía, la mente de Ian no descansó. Los recuerdos de la batalla y la fortaleza goblin seguían agolpándose en su mente. El Brujo Goblin, con su poder oscuro y su enigmático portal, representaba una amenaza demasiado grande para ser ignorada. Ian sabía que no podría regresar a la Tierra sin haber acabado con ellos, sin haber eliminado esa amenaza para siempre.
Al amanecer, Ian despertó con un propósito claro: debía regresar a la fortaleza goblin y exterminar a todos los que habitaban allí, incluyendo al temido Brujo. Pero esta vez, no sería una simple incursión de reconocimiento. Tenía que ser un ataque calculado, meticuloso y devastador. Con la Reina Avispa a su lado, ya no se trataba solo de sobrevivir, sino de aplastar a sus enemigos y asegurar los recursos que tanto necesitaba para su misión en la Tierra.
Así, mientras el sol comenzaba a asomar en el horizonte, Ian se preparó para lo que sería su enfrentamiento final con los goblins. Cada paso, cada estrategia debía ser perfecta. No habría margen para errores. Con un plan en mente, Ian se dispuso a desatar la tormenta sobre la fortaleza goblin y a asegurarse de que ningún enemigo quedara en pie.
Preparativos para la Batalla en la Fortaleza Goblin
Antes de lanzar su ataque final contra la fortaleza goblin, Ian se dedicó a preparar meticulosamente a sus aliados y su estrategia. Estos fueron los pasos detallados de su preparación:
1. Evaluación de Recursos y Aliados:
- Reina Avispa: Aunque estaba en forma de alma, la Reina Avispa seguía teniendo una influencia significativa. Ian revisó sus habilidades y preparó un plan para aprovechar su capacidad de escupir veneno. Decidió que la Reina Avispa sería fundamental para atacar desde el aire y causar caos entre las filas goblin.
- Guardia de Avispa: El guardia, también en forma de alma, era extremadamente fuerte y resistente. Ian lo preparó para enfrentarse a los guerreros goblins más poderosos y para usar su veneno para debilitar a los enemigos.
- Mono: El mono tenía habilidades para manipular la tierra. Ian planeó usarlo para crear barreras protectoras y desestabilizar las defensas goblin.
- Lobo: El lobo, con su velocidad y agilidad, sería clave para maniobras rápidas y ataques sorpresivos. Ian lo preparó para moverse rápidamente y atacar desde ángulos inesperados.
2. Planificación de la Estrategia:
- Infiltración y Distracción: Ian y sus aliados se acercaron sigilosamente a la fortaleza. La Reina Avispa volaría sobre la fortaleza para recopilar información sobre las defensas y la disposición de los goblins. Mientras tanto, el mono comenzaría a crear barreras de tierra para bloquear posibles rutas de escape.
- Ataque Coordinado: an preparó el ataque para comenzar en dos frentes: el aire y el suelo. La Reina Avispa atacaría desde el aire con su veneno, mientras el guardia de avispas y el lobo se moverían hacia las entradas principales para atacar directamente.
- Defensas y Contención: El mono usaría sus habilidades para crear muros de tierra y mantener a los goblins a raya, además de crear zonas estratégicas donde Ian y sus aliados pudieran reagruparse y lanzar ataques efectivos.
3. Preparación de las Habilidades y Equipos:
- Ajuste de Habilidades: Ian revisó y ajustó las habilidades de sus aliados. Se aseguró de que la Reina Avispa y el guardia de avispas estuvieran listos para usar su veneno de manera efectiva y de que el mono estuviera preparado para manipular la tierra en las formas más estratégicas.
- Suministros: Ian se aseguró de tener suficientes pociones de curación, elixir de energía y otros suministros necesarios para la batalla. Preparó su equipo y revisó sus armas y objetos mágicos.
4. Coordinación del Ataque:
- Asignación de Tareas: Ian asignó tareas específicas a cada uno de sus aliados:
- Reina Avispa:Ataques aéreos y desorientación de los goblins.
- Guardia de Avispa: Enfrentamiento directo con los guerreros goblins.
- Mono: Creación de barreras y desestabilización de las defensas goblin.
- Lobo:Maniobras rápidas y ataques sorpresivos.
Ian estableció una forma de comunicación con sus aliados para coordinar los movimientos durante la batalla. Utilizarían señales visuales y tácticas predefinidas para asegurarse de que todos estuvieran sincronizados.
Con estos preparativos en marcha, Ian estaba listo para llevar a cabo su ataque final contra la fortaleza goblin, confiado en que sus aliados y su estrategia darían los frutos esperados.
El sol apenas asomaba cuando Ian, montado en la imponente Reina Avispa, observaba la fortaleza goblin desde una colina cercana. Sus ojos se estrecharon mientras trazaba mentalmente los últimos detalles del plan. A su lado, la Reina Avispa y su único guardián esperaban en silencio, listos para desatar el caos.
Con una señal de Ian, la Reina Avispa descendió velozmente hacia la fortaleza, escupiendo una nube de veneno ácido que cayó sobre la entrada principal. El veneno, espeso y tóxico, comenzó a corroer todo lo que tocaba, generando pánico entre los goblins que intentaban organizar una defensa.
El guardián, más pequeño que la Reina pero igualmente letal, atacó a los goblins que lograban escapar del veneno, picándolos con su aguijón y lanzándolos al suelo en un estado de parálisis dolorosa. Ian, desde lo alto, dirigía la ofensiva, lanzando hechizos de precisión para maximizar el daño.
El lobo, en tierra, se lanzó al ataque desde un flanco, moviéndose con velocidad entre los goblins que intentaban reagruparse. Con sus garras y colmillos, derribaba a los enemigos uno tras otro, dejando un rastro de cuerpos a su paso.
Mientras tanto, el mono, oculto en las sombras, comenzó a lanzar piedras y objetos desde una posición elevada, causando aún más desorden entre las filas goblins. Su agilidad le permitía golpear con precisión, rompiendo filas y desarmando a los enemigos.
Dentro de la fortaleza, los magos goblin y los guerreros de élite comenzaron a movilizarse. Los magos, conjurando hechizos de fuego y rayos, trataron de neutralizar el veneno y defender la fortaleza, pero la Reina Avispa, con su agilidad, esquivaba la mayoría de los ataques mientras continuaba lanzando ráfagas de veneno sobre los muros.
Los guerreros goblin, armados con espadas y escudos de hierro, intentaron formar una barrera en la entrada para detener al lobo y al guardián de avispas. Sus movimientos eran disciplinados, pero la coordinación de Ian y sus aliados los superaba.
Ian, observando el campo de batalla, decidió que era el momento de actuar. Con un gesto, ordenó al guardián de la Reina que atacara a los magos. El guardián, cargando hacia ellos, soltó una ráfaga de veneno que interrumpió sus hechizos, dejándolos vulnerables.
El lobo, aprovechando la distracción, se lanzó contra los guerreros goblin, derribándolos con su fuerza bruta. Los goblins intentaron responder, pero el lobo era demasiado rápido y poderoso, desmantelando su formación.
El mono, viendo la oportunidad, descendió de su posición y comenzó a atacar a los goblins desde el suelo, usando sus ágiles movimientos para evitar ser atrapado. Golpeaba con precisión y se retiraba antes de que los goblins pudieran reaccionar.
A pesar de los esfuerzos de los magos y guerreros goblins, la ofensiva coordinada de Ian y sus almas se mostró imparable. Los magos, debilitados por el veneno y los ataques, no pudieron mantener su concentración y sus hechizos comenzaron a fallar, lo que permitió que la Reina Avispa y su guardián penetraran aún más en la fortaleza.
Los guerreros goblins, viendo cómo sus números disminuían rápidamente, intentaron una última defensa desesperada, pero fueron superados por la combinación de fuerza, veneno y velocidad de los atacantes. Ian, desde lo alto, dirigía a sus aliados con precisión, asegurándose de que cada movimiento contara.
Finalmente, la resistencia goblin colapsó. Los pocos magos que quedaban fueron eliminados por el guardián de la Reina, mientras que los guerreros fueron arrasados por el lobo y el mono. Con la fortaleza goblin en ruinas, Ian descendió para inspeccionar el campo de batalla, recogiendo los tesoros y núcleos energéticos que serían vitales para su viaje.
El asalto había sido un éxito rotundo. La combinación de estrategia, fuerza y coordinación entre Ian y sus almas había asegurado la victoria.