Chapter 21: Arrebatamiento (Diestra)
-¿Entonces qué recomiendas? -gritó Masato desesperado.
-Lo primero que deben hacer es renunciar a enfrentarse al Gran Jefe. -dijo el señor Seki. -Solo los adultos podemos resolver esto, fuimos quienes desatamos este embrollo y debemos buscar una respuesta.
-Me temo que eso es imposible, Hambruna. -respondió el profesor Tanaka. -El Gran Jefe quiere a los chicos: a Norio y a Masato en particular. A Norio por la historia de su madre y a Masato por haber rescatado a Ram. Los abandonamos en los momentos en que más nos necesitaban y gracias a nosotros, se metieron en todo esto. Si bien, nosotros debemos resolver ese problema, el Gran Jefe los quiere. En todo caso, debemos ayudarlos si nos necesitan, han hecho mucho sin nuestra intervención.
El señor Seki lanzó un ligero suspiro y dijo:
-No estoy de acuerdo con eso, pero no los detendré si quieren ir al matadero. Supongo que la otra opción es ir con la gente de Kite Incorporated. -le respondió el señor Seki. -Necesitamos informarles a los directivos todo lo que han logrado gracias a su ineptitud y despotismo.
-¿Y crees que nos van a escuchar? -preguntó el profesor Tanaka. - Nunca te escucharon incluso estando entre los desarrolladores, imposible que lo hagan a estas alturas.
-Tenemos algo que ellos buscan. -dijo el señor Seki señalando a Ram.
-¿Piensan entregarle a Ram? -dijo Masato. -¡Eso jamás! ¡No le pienso entregar a Ram a nadie!
-No se los entregaremos. -dijo el señor Seki. -Solo lo usaremos como anzuelo. Si les mostramos a Ram de forma física, nos harán caso. Pero no se los entregaremos, tendrán que cumplir nuestras condiciones y quizás solo así les entreguemos a 001.
-Pues no te pienso entregar a Ram. -le dijo Masato rotundamente. -Haz lo que quieras, pero Ram no va con nadie más que con Norio o conmigo.
-Entonces acompáñame. -dijo el señor Seki. -Y tú también, Conquista. Si vamos a ir, por lo menos que seamos dos Jinetes quienes visitemos a la gente de Kite Incorporated.
El profesor Tanaka suspiró un poco y dijo:
-Está bien, lo haré. Aunque no confío del todo en ti, creo que hay un poco de verdad en lo que dices.
-E... De acuerdo... -respondió Masato algo dudoso. -Iré con usted, señor Seki, pero cualquier cosa extraña que pase, no dudaré en pelear.
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-Masato, si nuestro mundo se corrompe, no habrá un Comet AR para defender.
-¿En qué piensas, Norio? -preguntó Rom desde el celular de Norio.
Norio había llegado a su casa aquella noche, pero no tenía sueño. Por el contrario, esas palabras que el exjinete de la Hambruna había dirigido a Masato, seguían resonando en su mente. "La cama parece más dura de lo normal", se dijo a sí mismo. Miraba hacia la ventana, iluminada por una gran luna llena, y luego volteaba su mirada hacia el techo. "Esa mancha de humedad no estaba ahí ayer", se dijo.
-Supongo que no mucho... -dijo Norio tratando de evitar la conversación. -Es que... el solo hecho de pensar que necesitamos destruir Comet AR es algo que no me cabe en la cabeza.
-¿Desconfías de Hambruna?
-No es eso... No desconfío de él. Por el contrario, visto lo visto y oído lo oído, estoy más convencido de que lo que dice el señor Seki es casi toda la verdad. Pero no puedo pensar que debemos destruir un mundo que es tu mundo, el mundo de Ram, e incluso nuestro mundo... ¿Tan mal está Comet AR para querer buscar una solución drástica?
-¿Y qué piensas al respecto?
-Estoy igual que Masato, no creo que destruir Comet AR sea la primera opción. Tal vez no es el mundo en el que vivimos, pero es un mundo en el que hemos vivido mucha de nuestra vida. Sin Comet AR, tal vez nunca hubiera podido conocer a Masato. Es verdad que estamos aquí por culpa del Gran Jefe, pero... ¿es Comet AR el culpable de esto? ¿Ram es culpable de ser un arma de destrucción masiva?
-¿Por qué te preocupa tanto eso? -preguntó Rom.
-Abandoné al Gran Jefe porque no quería destruir Comet AR. -le dijo Norio. -Ya sé, en este momento soy un idiota que está eligiendo irse con el enemigo. Pero... ahora que sé que mi madre defendía Comet AR con uñas y dientes, no puedo pensar que el siguiente paso es destruirlo.
-Sé cómo te sientes, Norio. -le dijo Rom. -E incluso si tú me creaste, soy un clon de Ram, por lo que tengo sus recuerdos y siento a Comet AR como mi propio hogar.
-Si tuvieras sentimientos, estoy seguro de que me pedirías no destruir tu mundo. -contestó Norio.
-Como lo hizo Ram. Ahora que lo pienso, no tengo eso que ustedes llaman "sentimientos".
-Pero Ram sí.
-Tal vez esa parte que quitaste en mí para estabilizarme es lo que me hacía igual a Ram, incluyendo su manera de actuar, de sentir e incluso de pensar.
-Mañana es el duelo de Nanami contra la Jinete de la Muerte. -mencionó Norio tratando de cambiar la conversación. -Si tan solo los dioses nos dieran una señal...
Norio se aventó contra el colchón de su cama, en ese mismo momento su celular sonó.
-Tienes un mensaje. -contestó Rom. -¿Quieres que lo lea por ti?
-Está bien, solo porque no quiero abrir mi celular.
- "Querido Norio, hijo mío". -recitó Rom a la vez que leía el mensaje en el celular de Norio.
-¡Un momento! -se levantó Norio sobresaltado de la cama. -¡Esa es la forma de hablar de mi mamá!
-¿Quieres que me detenga? -preguntó Rom algo preocupado.
-No, continúa.
- "Si te está llegando este mensaje es porque he dejado este mundo y porque no consideré que el día de mi muerte fuera el que tuvieras que enterarte de todo esto, por eso programé este mensaje hasta un año y nueve meses después." - recitó Rom. - "Seguramente tu padre ya te dijo todo y estoy segura de que conoces el propósito por el cual te entrené hasta el cansancio".
-Lo sé perfectamente.
- "Lamentablemente, el cáncer que invade mi cerebro pronto apagará mi último aliento, y el Gran Jefe sigue haciendo de las suyas. Te necesito, Norio, te he enseñado sobre Comet AR para que pudieras entender cuánto amo este juego, las horas de diversión, de emoción y de amor que encontré ahí. Sin Comet AR, nunca hubiera conocido a tu padre. Sin Comet AR, nunca hubiera sentido que estaba más cerca de ti que cuando te tenía entre mis brazos siendo un bebé.".
Norio prestaba atención a las palabras de Rom que salían de su celular, al mismo tiempo que no podía evitar derramar una lágrima sobre sus mejillas.
- "Estoy segura de que ya conoces al Gran Jefe y sus planes de destrucción de Comet AR, por lo que seré breve...".
Con cada palabra que Rom recitaba de aquel mensaje, Norio estaba más y más atónito. Hasta que finalmente, un nombre fue el que resonó esa noche y el día siguiente: Hiroshi Sato, y una palabra: "arrebatamiento".
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-¿Qué hacen aquí? -preguntó Nanami al ver a todos reunidos en el salón de Kite Wars.
Masato, Nanami, Norio, Marina, Kaoru, Takuma, el profesor Tanaka y el señor Seki se encontraban reunidos en ese salón de clases a la mañana siguiente.
-Dijimos que íbamos a ir a Kite Incorporated. -respondió el señor Seki. -Pero "alguien" nos dijo que "O salíamos de este salón o no podíamos ir con Sujeto 001".
Todo mundo miró a Masato en ese momento.
-Sí, está bien, yo dije eso. -contestó un poco harto de ser el centro de atención.
-Iré contigo, hermano. -respondió Takuma para unirse al grupo que iría a Kite Incorporated a visitar a los directivos.
-Yo también iré. -interrumpió el profesor Tanaka.
-¿Tú también desconfías de mí, Conquista? -preguntó el señor Seki en un tono irónico.
-Tengo mis razones. -respondió el profesor Tanaka. -Además, como único adulto del grupo, debo cuidar de la integridad de mis alumnos.
-Bien, yo me quedaré en las gradas apoyando a Nanami. -respondió Norio. -Cualquier cosa que pase, no dudes en llamarme, Masato.
-De eso no te preocupes. -respondió Masato.
Acto seguido, los cuatro sujetos abandonaron el salón del club a través de un fuerte destello provocado por la teletransportación de Ram. Masato, sorprendido, notó cómo, frente a él, estaban las oficinas principales de Kite Incorporated, la empresa creadora de las Kite Wars y del entorno Comet AR.
-¿Qué clase de lugar es este? -preguntó Masato sorprendido al ver el enorme edificio de alrededor de cuarenta pisos que se levantaba ante él.
-¿Quién diría que una empresa puede sostenerse por un simple juego? -logró alcanzar a decir el profesor Tanaka.
-Sabes perfectamente que no es el juego en sí. -contestó el señor Seki. -Andando, debemos reunirnos con el presidente de la corporación.
Los cuatro sujetos caminaron hasta la entrada, donde un guardia, de aquellos que solo imponían su figura mediante la fuerza, les impedía el paso.
-Si no son trabajadores de Kite Incorporated, no pueden pasar. -dijo el guardia con una prepotencia que casi rozaba la altanería.
-Quiero hablar con Hibiki Fukuda, presidente de la compañía. -contestó el señor Seki, con una seguridad que incluso Masato quería tener en ese momento.
-El señor Fukuda está muy ocupado como para atender a personas comunes como ustedes. -contestó el guardia.
-Tal vez cambie de opinión si le dice que tenemos a Sujeto 001 y que queremos entregárselo. -respondió el señor Seki.
Masato se enojó al momento de escuchar esas declaraciones, por nada iba a entregar a Ram a nadie más. Pero Takuma, viendo la situación, contuvo a Masato. "Es parte del plan", le dijo. Masato, aunque un tanto desubicado, trató de calmarse para no arruinar lo que el exjinete de la Hambruna iba a hacer. Aunque no confiaba en él, si Takuma estaba ahí, tal vez era un plan avalado por él. El guardia tomó el teléfono de la caseta y marcó directamente al presidente, fue una conversación bastante breve, pues solo le tomó unos cinco segundos hacer cambiar de opinión al vigilante.
-Dice que pasen, pero solo uno. -comentó el guardia. -Los demás deberán esperar aquí.
-Dile que no estamos de acuerdo con sus condiciones. -respondió el señor Seki. -Supongo que no le interesará mucho ver a Sujeto 001.
El guardia se dio media vuelta, volvió a tomar el teléfono y marcó directamente al presidente otra vez. Se podía ver al guardia un tanto incómodo, era como si la persona al otro lado de la bocina le estuviera gritando con todas sus fuerzas. Una vez terminada la conversación, el guardia regresó con los chicos y dijo:
-Está bien, pasen. Piso cuarenta, tomen el elevador.
Masato estaba embobado con la cantidad de personas que iban y venían dentro de las instalaciones de la corporación.
-Debe ser un sueño trabajar aquí... -alcanzó a decir en voz baja, a lo que el señor Seki simplemente mostró un gesto de desaprobación.
El viaje al elevador fue muy tenso, incluso si solo habían tardado un minuto en subir, la tensión entre los cuatro sujetos podía cortarse con un cuchillo para mantequilla. Cuando la puerta del elevador se abre en el piso cuarenta, se logra vislumbrar a lo lejos el escritorio del presidente de la compañía, Hibiki Fukuda.
-No pensé que fueras a venir, Daisuke Seki. -respondió el presidente Fukuda al ver al grupo llegar a su oficina.
El señor Fukuda se levantó de su sillón y se dirigió a los chicos.
-Ahora entrégame a 001 que solo para eso viniste. -dijo.
-No tan rápido. -respondió el señor Seki. -El Sujeto 001 es propiedad de ese chico llamado Masato Hasegawa y de sus amigos, no se lo voy a quitar si él no quiere. Antes que eso, debo mencionarte que estás en un grave error, un error del cual te avisé en cuanto lo descubrí, pero que no quisiste reparar.
-¿Hablas de eso de la vida eterna? -preguntó el señor Fukuda. -Mira, no me interesa tu postura moral al respecto.
-Sé que nunca te ha interesado una postura moral sobre las decisiones tomadas en la compañía, por eso vendiste la característica de la vida eterna a magnates, funcionarios públicos y otros dueños de compañías que podían pagar por vivir eternamente en Comet AR. -respondió el señor Seki. -Sabes perfectamente que ese es el negocio que sustenta esta compañía. Sin ello, Kite Incorporated hubiera quebrado desde mucho antes que estos niños nacieran.
-No eres quién para decirme lo que debo hacer con mi compañía. Fue un error hacerlos pasar, llamaré a vigilancia...
-¡Alto! -gritó Masato tratando de mediar entre ambos adultos. -¡No estamos aquí para pelear! Recuérdalo, señor Seki. Vinimos a buscar la forma de evitar el colapso mundial de nuestro mundo y de Comet AR.
-¿Y este niño de qué habla? -preguntó el señor Fukuda.
-Seré un niño, sí, pero me preocupa ver los estragos que ha provocado Comet AR: La creación del Gran Jefe, la muerte eterna, desapariciones tras desapariciones en Comet AR y lo peor de todo... la fusión de Comet AR con nuestro mundo.
-No entiendo nada de lo que están hablando... -respondió el presidente de Kite Incorporated. -Seki, si esta es una treta para intentar recuperar tu puesto como desarrollador de Comet AR, lo estás haciendo muy mal.
-Eso es lo que menos me interesa ahora mismo, y si estuvieras más atento a los asuntos de tu compañía, te habrías dado cuenta de los efectos secundarios de la vida eterna que proporciona Comet AR. Solo vine aquí para avisarte que ambos mundos colapsarán y que tú serás el culpable de ello.
-¿Por qué no mejor nos sentamos y nos calmamos? -preguntó el profesor Tanaka. -Masato tiene razón, exaltarnos no nos llevará a nada.
Los cinco sujetos se sentaron alrededor de una mesa de café puesta en la oficina del presidente.
-No puedo tomar por seria la palabra de alguien que fue despedido por liberar algo tan grave como un código de destrucción. -respondió el presidente Fukuda, quien le daba un sorbo al café que su secretaría había puesto a los tres adultos de la reunión.
-Mi conciencia está tranquila, sabes perfectamente que el Gran Jefe fue quien liberó a 001 y me inculpó de ello.
-Dijiste que el Gran Jefe era uno de los mandamases de esta compañía y eso es imposible. -volvió a hablar Fukuda. -Seki, deja de mentirte y de arrastrar a estos niños a tu mentira, acepta tu culpabilidad y pasa página.
-No lo conoces porque él mismo se ocultó. -respondió Takuma. -¿O nunca oyó hablar de Keisuke Yamamoto?
-Yamamoto... Yamamoto...
En ese instante, un destello de luz apareció frente a los ojos de Fukuda y, como si se tratara de una fuerte migraña, comenzó a gritar y a llevarse las manos a la cabeza. Los otros chicos estaban asustados, jamás habían visto algo similar.
-Yo... ¡Yo...! -gritaba Fukuda. -¡Yo recuerdo a Keisuke Yamamoto! ¡Era el líder de desarrollo de Comet AR! Pero... ¿qué está pasando? ¿Por qué de repente recuerdo a alguien de quien no tenía idea de su existencia?
-Yamamoto sufrió algo que conocemos como "muerte eterna". -respondió Seki. -Él era uno de los Gran Jefe que tanto han causado daño en Comet AR, y se ocultó precisamente para evitar que sospecharas siquiera de él.
-¿A qué te refieres con "muerte eterna"?
-Al efecto de desaparecer de la faz de la Tierra y del recuerdo de tus seres queridos. -respondió el señor Seki. -Es el efecto secundario de tratar de jugar con la vida eterna, quien muere en Comet AR, es como si nunca hubiera existido. Lo peor de todo es que sus aportaciones a la humanidad desaparecen. Imagínate si el inventor de la vacunación hubiera desaparecido en Comet AR, el mundo estaría sucumbiendo ante las enfermedades.
-¿Pero por qué de pronto lo recuerdo? -gritaba Fukuda todavía sorprendido del efecto que había sentido en ese entonces. -¡Hace unos minutos ni siquiera tenía conocimiento de su existencia! ¡Y ahora siento como si hubiera convivido con él muchísimos años!
-Yamamoto tenía conocimiento de 001 y de su objetivo en Comet AR: Servir como vacuna para reparar el sistema. Pero eso a él no le interesaba, quería destruir Comet AR desde sus cimientos, es decir, desde quienes siquiera lo planearon.
-¿Vacuna? -preguntó Masato sorprendido al escuchar las palabras del Señor Seki. -¿Dice que Ram puede arreglar Comet AR?
-Es correcto. -respondió el señor Seki. -Cuando lo creé, era sencillo, unos dos días que el sistema estuviera fuera de línea y Ram podría arreglar todo, pero en estos momentos...
-¿A qué te refieres? -preguntó Fukuda.
-Usted no debería recordar a Yamamoto por ningún motivo, pero de repente sus recuerdos aparecieron. También ha pasado con otras personas, personas que no debían recordar a algún desaparecido de Comet AR pero que finalmente lo lograron. Mi teoría es que nuestro mundo y Comet AR se han fusionado de tal forma que es imposible distinguir dónde termina un mundo y comienza otro. Por alguna razón, Sujeto 001 se materializó en nuestro mundo. No sé cómo fue que regresó a su forma de datos. ¿Tienes alguna idea, Masato?
-No... -respondió Masato. -Estaba preocupado de que no pudiera mantener a Sujeto 001, incluso tenía hambre... Pero en la noche volvió a ser solo datos.
-Sigo sin entender la relación entre una cosa y otra... -respondió Fukuda. -¡Estamos retrasando la celebración de los tres millones de jugadores!
-¿Estás seguro de que van a llegar a los tres millones? -preguntó Seki.
Fukuda sacó su celular y comenzó a mirar las estadísticas. Lanzó un enorme grito al notar que, en vez de los casi dos millones novecientos mil jugadores de Comet AR estimados para ese día, el número en realidad había decaído a dos millones setecientos mil.
-¡Pero esto es imposible! -gritó Fukuda muy asustado por la situación. -¡Es imposible que el número de jugadores registrados baje! ¡Eso significaría que...!
-La gente está desapareciendo dentro de Comet AR. -respondió Seki.
-¡Debe ser un error! -gritó Fukuda. -¡Debemos ir con los encargados de la infraestructura! ¡Síganme!
Los cinco hombres salieron de la oficina de Fukuda y fueron al piso veintisiete, el piso de los servidores. Allí, vieron a uno de los ingenieros dormir plácidamente la siesta.
-¡Ishida! -gritó Fukuda al ver al sujeto haciendo la meme plácidamente en el suelo. -¡Más te vale que tengas una excusa válida para verte dormir en tu lugar de trabajo!
-La fiesta estuvo increíble anoche y... ¡Señor Fukuda! ¡Solo estaba buscando una moneda que se me cayó en el suelo y...!
-Necesito que me enseñes el cuarto de los servidores ahora. -dijo Fukuda tratando de pasar el mal trago con su empleado.
-De acuerdo, pero no ha habido ninguna alerta que amerite... -dijo el empleado.
-¡Solo abre la puerta! -gritó Fukuda a punto de perder la paciencia.
-¡Sí, señor! -contestó aquel que parecía apellidarse Ishida.
Ishida tomó una tarjeta que llevaba en su cinto y la acercó hacia la cerradura eléctrica del cuarto de servidores. Apenas se abrió la puerta, los seis hombres que se encontraban ahí dieron un enorme grito. Entre los equipos de comunicaciones y los servidores, se encontraba una especie de masa amorfa, de tipo cárnica, de tipo tumoral, palpitante, devorando los cables de los servidores y de los equipos de comunicación.
-¿Qué mierda es eso? -gritó Ishida al ver esa cosa.
-¡Eso mismo es lo que quiero saber! -gritó el presidente Fukuda igual de asombrado.
-No creo que esa cosa sea reciente, mínimo debe tener varias semanas devorando el sistema. -dijo Takuma, igualmente asustado de ver aquella masa tumoral consumiendo el cuarto de servidores y haciéndose cada vez más grande. -¿Pero cómo puede sobrevivir Comet AR con esa cosa?
-Es que eso es parte de Comet AR. -respondió Seki.
-¿Cómo es eso posible? -gritó Masato.
-Siempre me pregunté cómo ambos mundos podrían colisionar, pero esta cosa creo que me está dando una respuesta. Esa "masa" es un puente entre Comet AR y nuestro mundo, generado de la corrupción de Comet AR y de su fusión con el mundo real.
-¿Entonces eso significa que la corrupción inició hace semanas?
-Sí, y no hay forma de detenerla.
En ese momento, aquella masa tumoral detuvo su palpitación y un destello de luz salió de dentro de ella, cegando a los chicos presentes mirando ese grotesco espectáculo.
-Takuma, debemos ir inmediatamente con... -dijo el señor Seki antes de darse cuenta de que Takuma no se encontraba junto a él. -¿Dónde estás, Takuma?
-¡Tampoco está el profesor Tanaka! -gritó Masato.
-¡Cierra esa cosa de inmediato! -gritó Fukuda. -¡Debemos contenerla en lo que buscamos la forma de estabilizar Comet AR!
-Cínico, nunca te importó Comet AR, solo el dinero. -gritó Seki.
-¡Creo que lo mejor será ir con Norio y con los demás! -gritó Masato.
Masato tomó su celular para avisar inmediatamente a Norio lo que estaba pasando, pero el mensaje que recibía al intentar marcar lo desesperaba cada vez más: "El número que intenta marcar no está disponible".
-Vamos, Norio, contesta, por favor... -decía Masato desesperado.
De repente, el celular de Masato comienza a sonar.
-¡Es Nanami! -dijo Masato, contestando la llamada.
-¡Masato! -gritó Nanami del otro lado del teléfono. -¡Qué bueno que puedo marcarte! ¡Kaoru y Norio...!
-¡Desaparecieron! -gritó otra voz del lado de Nanami al fondo de la conversación, parecía ser Marina. -¡Es el arrebatamiento! ¡El arrebatamiento!
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