[Perspectiva de Margarita]
Angel podría golpearme con facilidad, pero para mí, simplemente ir con todo no era suficiente. Tenía que estimular todo mi potencial.
Desde el rabillo del ojo, vi a Angel lanzarse nuevamente hacia mí. Mi mente racional me decía que saltara a la izquierda para evitar el ataque, pero mi garra derecha todavía dolía por la mordida de Angel. No podía reunir ninguna fuerza.
No tuve más opción que quedarme quieta. Afortunadamente, esto también me daría más tiempo para anticipar los movimientos de Angel.
Levanté la vista y vi de nuevo esa mirada despectiva tan familiar de Angel en su lobo.
Al ver que sus garras de lobo estaban a punto de descender de nuevo, extendí mis dos garras delanteras y me planté en una postura humana, enfrentando directamente el ataque de Angel.
A comparación de la última vez, tenía una comprensión más intuitiva de la fuerza real de Angel.