[Perspectiva de Donald]
Cuando los tres llegamos al sótano, el hombre lobo estaba inconsciente.
Benjamín se adelantó para comprobar su respiración y nos asintió para mostrarnos que todavía estaba vivo.
—¿Quieres darle este medicamento ahora, Su Majestad? —Benjamín cuidadosamente sacó una pequeña botella de dentro de su camisa. El líquido dentro era rojo-anaranjado.
—Mi medicina no es tan pura como la de ellos. El medicamento perfecto debería ser rosa, pero para asegurar su efectividad, hice un poco extra. Definitivamente funcionará —dijo Benjamín apologeticamente.
Armstrong miró curiosamente la pequeña botella en la mano de Benjamín.
Gemí. —Si no le damos suficientes drogas, ¿despertará?
—Mientras haya un componente efectivo, funcionará. Si no hay suficiente, solo lo despertará por un corto tiempo. Su vida estará en peligro pronto —respondió Benjamín.
—Entonces dale una pequeña cantidad que lo despertará —ordené.
Benjamín me miró perplejo, pero llevó a cabo la orden.