[Perspectiva de Elizabeth]
Sentí lágrimas acumulándose en mis ojos. Sabía que esta vez sería difícil controlarlas. Armstrong definitivamente vería mis lágrimas. También haría que pensara que soy una niñita frágil y no Luna, quien tiene el derecho de estar a su lado.
En ese momento, un tosido violento provenía de la sala.
Armstrong y yo miramos hacia la sala. Solo entonces recordé por qué había salido. Fue por Anthony. Estaba a punto de explicar, pero Armstrong ya había pasado por mi lado y entrado en la sala.
Lo seguí y encontré que Anthony efectivamente estaba despierto.
Al entrar a la sala, me limpié las esquinas de los ojos con el dorso de la mano y me sequé las lágrimas que estaban a punto de fluir. Susurré:
—Vi moverse los dedos de Anthony hace un momento. Pensé que podría estar despertándose pronto, así que salí a buscar a alguien.
Armstrong gruñó en señal de acuerdo, que fue un sí.