[Perspectiva de Donald]
A petición especial de Benjamín, Armstrong le había dado especialmente un laboratorio sin usar en una escuela.
Cuando entré al laboratorio, no vi a Benjamín inmediatamente.
Intrigado, entré a la habitación. En frente de la habitación había una pizarra para enseñar. Las mesas y sillas fueron reemplazadas por dos camas individuales que parecían camas de hospital en medio de la habitación. Un paño blanco cubría sobre ellas.
Esos debían de ser los cuerpos de los dos hombres. Después de que nos fuimos aquella noche, el hombre murió la mañana siguiente y fue enviado a Benjamín. El hombre que maté esa noche fue traído directamente por Benjamín.
Al día siguiente, Benjamín me dio el informe correspondiente, confirmando que la persona que yo maté tenía rastros del mismo residuo del fármaco que la primera persona que capturamos.