Cuando Hera llegó donde estaba Zhane, Dave, que estaba a solo unos pies detrás de ella, comenzó a sollozar incluso antes de que su caballo se detuviera.
—¡Wuwuwu! ¡Cariño! ¡Solo quiero una cita! ¡Una cita! ¿Por qué eres tan cruel? —Dave gritó frustrado. Había esperado lograr una victoria bajo la nariz de Hera, sabiendo que ella era nueva con ese caballo y no había tenido la oportunidad de familiarizarse con él. A diferencia de la vez que ganó con Diamante contra Xavier, donde ya había dado una vuelta antes de que la apuesta comenzara, esta vez Dave creía que sus posibilidades eran mejores ya que Hera aún no había dado una vuelta ni se había compenetrado con el caballo.