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La pesadilla de Leland no ocurrió en absoluto.
La verdad del asunto era que el Alfa estaba realmente nervioso de que su madre hubiera atacado a Sophie a plena luz del día cuando se encontraran, pero eso no sucedió.
Debido a que realmente le preocupaba, en realidad envió a Duncan y a Max para vigilar la conversación en curso, mientras él y Lucas sostenían la reunión con la manada. No encontraba en sí mismo la confianza hacia su madre.
Antes de que el Alfa se diera cuenta, el desayuno ya había terminado.
No pasó nada.
Una vez que Leland terminó de estacionar a todos los recién llegados de la Manada del Río Sangriento y de darles habitaciones, corrió inmediatamente al comedor para reunirse con su madre y su compañera. Tan pronto como entró al comedor, solo escuchó el eco de la risa.