Katherine inmediatamente descartó su recuerdo sobre Sophie, para que su rostro no la traicionara frente a la gran bruja. No debía ser sorprendida mintiendo. El castigo era demasiado grande.
—La razón por la que el Duque Romanov necesita mis servicios... —las palabras de Katherine se detuvieron. Intentaba encontrar una buena excusa.
—Ese no es su nombre real, sino solo su alias, —dijo cortante Eloise—. No es que se te permita hablar su nombre ya que no tienes ninguna cercanía con él.
Katherine tragó con dificultad y bajo la mirada fulminante de las brujas. Necesitaba concentrarse en responder sin traer la perdición tanto para ella como para Sophie. No había manera de que pudiera morir ahora mismo.
Alguien necesitaba advertir a Sophie y solo Katherine podía hacerlo.
Necesitaba sobrevivir y advertir a la chica sobre el peligro de las brujas. No importaba en absoluto si Sophie realmente tenía intimidad o cercanía con el duque o el Alfa, mientras fuera percibida como una amenaza.