—Avergonzada, Gu Weiwei dijo:
—Yo... necesito estudiar ahora.
—¡No debería haberle cocinado ese porridge!
—¡Debería haberlo dejado solo cuando tenía dolor de estómago! ¿Por qué debería preocuparse por él?
—Fu Hanzheng tomó su mano:
—Por favor, siéntate conmigo. No puedo comer solo.
—Gu Weiwei apretó los dientes pero aún así no lo dejó solo.
—Entró en su dormitorio, agarró el libro, se sentó frente a él y comenzó a estudiar mientras lo acompañaba con la comida.
—Deberías comer a tiempo.
—Fu Hanzheng se sobresaltó:
—Hoy estuve muy ocupado, pero lo intentaré a partir de mañana.
—No intentar, debes hacerlo —dijo Gu Weiwei seriamente con una expresión seria.
—Fu Hanzheng soltó una risita y asintió mientras observaba la expresión de la chica:
—Está bien, está bien.
—Su novia parecía extremadamente encantadora hoy.
—No quería preocuparse por él, pero no podía evitar cuidarlo.
—Gu Weiwei intentó persuadirlo más, al ver que él estaba de acuerdo con ella: