En el Compound Jinxiu.
Gu Weiwei pidió dos días libres para quedarse en casa y poder recuperarse. Debido a la charla con Ji Cheng en Wechat la noche anterior, durmió hasta tarde en la tarde.
No se levantó de la cama hasta que tocaron la puerta de la habitación.
Pero, ¿no debería estar Fu Hanzheng, el adicto al trabajo, a esta hora, en la compañía?
Abrío la puerta y encontró a Xu Qian, el asistente de Fu Hanzheng.
—Señorita Mu, el Presidente me pidió que le entregue la comida. Por favor, cómala mientras aún está caliente —dijo.
—¿Entrega de comida? —Gu Weiwei frunció el ceño.
Xu Qian sonrió y dijo:
—La comida está en el comedor. Tendré que regresar a la compañía si no necesita nada más.
Gu Weiwei asintió, asombrada:
—Gracias.
Después de despedir a Xu Qian, apenas había regresado al comedor para comer cuando Fu Hanzheng llamó.
—¿Xu Qian te trajo la comida?
—Sí, acaba de llegar —dijo Gu Weiwei mientras veía los platos calientes en la mesa—. Gracias.