William yacía en la cama y miraba alrededor. El viento soplaba y las cortinas se mecían. Sintió un escalofrío en el corazón, como si hubiera alguien debajo de la cama, alguien en el baño y alguien detrás de la puerta... ¡La habitación entera estaba llena de gente! Se mantuvo alerta por un tiempo por miedo antes de quedarse dormido.
De repente, con un susurro, el viento movió las cortinas. Se oyó un leve sonido de clic en la puerta, como si alguien estuviera desbloqueándola con una llave. William frunció el ceño mientras dormía, como si tuviera una pesadilla.
De repente, la puerta se abrió de golpe. La puerta era de buena calidad y no rechinó. Una persona entró de puntillas en silencio y se acercó a William. Luego, miraron al William dormido y lentamente extendieron su mano.
Las pestañas de William se agitaron. En su sueño, parecía haber sentido algo y se sentía cada vez más inquieto. De repente, ¡abrió los ojos!