Chapter 8: El Gran Emprendimiento de la Pérdida de Peso
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Qiao Qiang suspiró aliviado. Que Xia Zhe aceptara casarse con su nieta cumpliría uno de sus deseos. La familia Xia tenía una buena reputación moral y no volverían atrás en su palabra.
Qiao Mei asintió y dijo:
—Abuelo, por favor, siéntate aquí un rato. Iré a cocinar ahora. ¡Podremos comer pronto!
Una vacilación cruzó la mirada de Qiao Qiang. En ese momento, no quedaba mucha comida en casa. Normalmente tendrían que reducir su ingesta de comida durante este tiempo del mes. Tenía que comer menos para asegurar que había suficiente para que su nieta llegara al próximo mes.
¿Como si Qiao Mei pudiera cocinar? ¿No es eso simplemente desperdiciar comida?
Aunque no pudo decir esas palabras en voz alta. Después de todo, esta era la primera vez que Qiao Mei se ofrecía voluntariamente a cocinar.
—Está bien, ve entonces —Qiao Qiang suspiró y forzó las palabras—. No tengo mucha hambre todavía. Solo haz un poco para ti.
—¡Vale! —Qiao Mei asintió inmediatamente y se fue a la cocina a cocinar.
Xia Zhe estaba de pie fuera de la puerta cuando escuchó esto y sus ojos brillaron con entendimiento.
Así que es así cómo está la situación...
Estaba a mitad de su camino cuando sintió que algo iba mal. Cuando se tocó el cuello, se dio cuenta de que el colgante que había llevado desde joven se había perdido. Por eso, volvió inmediatamente a buscarlo.
El colgante era una reliquia familiar pasada de generación en generación, así que era algo muy importante.
Cuando volvió y llegó a la puerta, escuchó a alguien de la familia Qiao hablando así que se detuvo a escuchar.
No esperaba escuchar toda la historia. Así que esa era la verdad del asunto.
La salud del abuelo Qiao estaba fallando y podría fallecer muy pronto, dejando a Qiao Mei sola en el mundo y siendo el blanco de parientes codiciosos. ¡Esa era la razón por la que había ideado este terrible plan!
Al final, Qiao Mei realmente cambió de opinión y no quería cargarlo a él...
Parece que esta mujer todavía tiene algo de bondad en ella.
Para entonces, la mayor parte de la indignación y el resentimiento en el corazón de Xia Zhe se habían disipado.
No importa, ¡que se quede con este colgante!
Cuando su abuela le dio el colgante, dijo que era para su futura nuera. De todas formas, tendría que entregárselo tarde o temprano, así que no lo recuperaría ahora.
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Con este pensamiento, Xia Zhe se dio la vuelta y se fue inmediatamente.
Qiao Mei salió de la habitación de su abuelo y fue a la cocina que estaba en el medio. La gran jarra de arroz entró en su campo de visión tan pronto como abrió la puerta. Se acercó y miró dentro, solo para encontrar que no quedaba mucho arroz.
El arroz restante en la jarra solo tenía media palma de profundidad. Al lado de la jarra de arroz, había dos cabezas de col blanca marchitas y una sola zanahoria con tierra.
Esa era toda la comida que quedaba en la cocina.
Qiao Mei recordó sus recuerdos pasados. La mayoría de sus recuerdos trataban sobre comer y el día 15 de cada mes, era cuando festajaba más felizmente. En ese momento, siempre habría una abundancia de carne y vegetales.
A mitad de cada mes era cuando Qiao Qiang recibía su salario de jubilación y en ese día, iría a la ciudad a comprar comida y vegetales.
De hecho, ambos recibirían comida distribuida por el pueblo, así como una parte de vegetales. Sin embargo, dada el apetito de Qiao Mei, lo que recibían era insuficiente para ella.
También era por el consentimiento de Qiao Qiang hacia su nieta que iría a la ciudad todos los meses a gastar dinero en vegetales y carne.
Aún faltaban unos días para el día 15 del mes y ya había comida y vegetales insuficientes en casa. Como de costumbre, Qiao Qiang había estado pasando hambre los últimos días para que el dueño original del cuerpo tuviera suficiente para comer.
Qiao Mei se agachó para encender el fuego y suspiró. —El abuelo es realmente demasiado bueno.
¡Realmente corrió con la suerte de encontrar a un abuelo tan bueno!
Encender fuego, lavar la olla, lavar el arroz, lavar los vegetales. Qiao Mei era buena en todas esas tareas. Después de todo, solía vivir sola.
Siempre había estado muy interesada en el campo. Cada fin de semana, iría de campamento al aire libre, así que era bastante buena encendiendo fuegos y cocinando sobre él.
Qiao Qiang estaba un poco preocupado. Se acercó lentamente con su bastón y vio a su nieta ocupándose delante de sí. Realmente parecía estar haciéndolo bien, simplemente seguía trabajando en silencio sin quejas.
Contuvo sus emociones y rápidamente se secó las lágrimas de la esquina de sus ojos.
¡Su Mei Mei finalmente había madurado y se había vuelto sensata!
En una cocina rural, por lo general hay dos estufas. Una se utiliza para cocinar mientras que la otra se utiliza para preparar comida para animales.
En el campo, casi todos los hogares criarían ganado y aves como cerdos, pollos, patos, etc. Solo este año no tenían ninguno debido a la mala salud de Qiao Qiang.
Qiao Mei lavó las dos ollas hasta que quedaron impecablemente limpias, sin importarle para qué se habían utilizado previamente. Tomó una olla y cocinó gachas con ella a fuego lento. La otra olla fue utilizada para hacer los otros platos.
Primero, cortó la zanahoria y lavó bien las coles. Luego, friendo la zanahoria en aceite, estofó las coles y puso unas lonchas de panceta. Instantáneamente, un delicioso aroma inundó el aire.
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