Durante un minuto, hubo un silencio atónito, y luego las voces ahogadas de Nina empezaron a llegar a sus oídos.
Todos, incluyendo a Marissa, estaban allí luchando por dar sentido a lo que estaba sucediendo. Ella tenía dificultades para entender lo que estaba presenciando en el lugar.
Valerie fue la primera en darse cuenta de lo que sucedía y se apresuró a sujetar el codo de Rafael.
—¡Rafael! ¡Déjala! —agarrando su camisa con los puños, intentó alejarlo. Pero él era como una roca que no podía moverse ni levantarse.
—¡Rafael! ¡Por favor no hagas eso! —Geena fue hacia su otro lado y sujetó su muñeca que estaba agarrando la garganta de Nina.
En su rostro había una expresión animalística, demostrando que estaba ajeno a todos a su alrededor, incapaz de escuchar o llegar a alguien.