Altair y Rolf comenzaron una búsqueda meticulosa de las habitaciones, guiados por la precaución y la intuición. Altair sospechaba que los tres diseñadores anteriores podrían haber ocultado algo valioso.
El dormitorio estaba decorado con minimalismo escandinavo, con paredes y techos blancos combinados con suelos de madera clara. En el centro habían dos sencillas camas individuales de madera, cubiertas con ropa de cama gris, con algunos adornos minimalistas y una lámpara en la mesita de noche. Una planta enmacetada se encontraba en una esquina, sus hojas verdes vibrantes y llenas de vida.
Altair tocó cuidadosamente las paredes, examinó la lámpara y los adornos, y palpó la ropa de cama, buscando en cada rincón concebible, pero sin éxito. Rolf también comunicó a través de su conexión mental que no encontró nada. ¿Podría ser que no había pistas aquí?