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Yan Zihao se quedó congelado por un momento cuando oyó el ruido.
Se volteó, y antes de que pudiera hablar, una sombra ya se había movido detrás de él. Luego, su teléfono celular fue pateado lejos, y una bolsa negra fue colocada sobre su cabeza.
Justo cuando estaba a punto de gritar, una ráfaga de puñetazos y patadas cayó sobre su boca, silenciándolo al instante; poco después, un dolor abrasador recorría su cuerpo.
¡Pum!
Fue pateado lejos, estrellándose contra la pared antes de caer duro al suelo, con varias costillas rotas, escupiendo bocanadas de sangre. Entonces, algo pesado golpeó con violencia su entrepierna...
Un dolor intenso y desgarrador lo abrumó, y la visión de Yan Zihao se oscureció hasta que finalmente perdió el conocimiento.
¡La figura oscura que estaba frente a él era nada menos que Chu Cimo!