Me despertó un golpe en la puerta.
Me quedé dormido en el sofá y Jamie y yo nos quedamos despiertos toda la noche. Primero me dio de comer y luego recapité todo lo que había sucedido con tanto detalle como podía recordar. Después de eso, puso un reality show de mala calidad y nos quedamos despiertos hasta tarde desahogándonos y riéndonos de viejos recuerdos de la escuela secundaria.
Por mucho que quisiera volver a mi propia cama, lo necesitaba más.
Esta mañana me sentía mucho más lúcido y algo que me pareció muy claro fue que todavía estaba enfadada con Alessandro. Jamie había aceptado, él era quien me había ocultado información. Él fue quien consiguió descansar tranquilamente en casa mientras yo me pudriía en prisión. No le importó creerme hasta que hice el trabajo para limpiar mi propio nombre. No lo intentó en absoluto.