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Después de todo, dada la situación actual, era posible atacar directamente el núcleo de Cherrywood.
Con su fuerza y el veneno de las serpientes, podrían paralizar completamente el sistema militar de Cherrywood, una venganza ciertamente apropiada.
Sin embargo, Greg Jensen movió la cabeza negando y se burló:
—Nunca he considerado a la gente de Cherrywood una amenaza, de principio a fin. Incluso si los aniquiláramos, ¡no resolvería el problema de fondo! .
Si había logrado llegar a la sede de Cherrywood con sólo una docena de hombres esta vez, seguramente podría hacerlo de nuevo.
O más bien, si fijaba su mirada en la Unión Oeste, correrían la misma suerte.
—Entonces, ¿qué planeas hacer?
Zorro, con el rostro confundido, presionó en busca de una respuesta. Aunque en el Palacio del Rey Dragón era considerado un genio, cuando se trataba de cuestiones internacionales, prefería no tomar decisiones a la ligera.