—Jaak, ¿qué te pasó? —Zoc bajó del coche y vio a Basil Jaak de pie al viento helador vestido con una bata de hospital, lo cual le dio escalofríos.
—Es una larga historia, ¡mejor no contada! Oye, ¿conseguiste la ropa que te pedí? —preguntó Basil Jaak, dándole una palmada en el hombro a Zoc.
Al oír esto, Zoc guió a Basil Jaak hacia el coche y dijo:
—Hoy es Nochevieja, muchas tiendas están cerradas por las fiestas. Así que te traje algo de mi ropa en su lugar. No te preocupes, Jaak, esta ropa es toda nueva, comprada por Lele, y nunca me la he puesto.
—¿Quién es Lele? —preguntó Basil Jaak con curiosidad.
Zoc se rascó la cabeza y confesó tímidamente:
—¡Es mi nueva novia!
—¡Vaya que tienes suerte! —Basil Jaak bromeó con Zoc mientras revisaba la ropa que trajo.
Como la ropa era recién comprada, no debería haber problema. Como Basil Jaak y Zoc tenían más o menos la misma talla, la ropa también debería quedar bien.