Hai Rong asintió en señal de acuerdo—Xiaotang, tú no sabes nada. Tu tatarabuela tiene razón, él es el mejor esposo que podrías encontrar. Incluso si tienen disputas, trata de tolerar y soportar, eventualmente pasará.
Pero Hai Xiaotang objetó—Pero ya no tengo sentimientos hacia él, no me gusta...
—¡Insististe en casarte con él en aquel momento! —Hai Rong la fulminó con la mirada y le hizo señas para que dejara de hablar—. ¡Basta, no se te permite divorciarte. Como tu tío, ¡no estoy de acuerdo!
—Yo tampoco —Zhan Yu tomó su taza de té y bebió con calma.
Hai Xiaotang no se preocupaba por sus actitudes.
De todos modos, siempre la critican y la oprimen, nunca pensó en buscar sus opiniones.
Ella miró a Hai Zhiyuan—Abuelo, ¿apoyas mi divorcio?
Hai Zhiyuan no respondió—Xiaotang, acabas de regresar, debes estar cansada. Ve y descansa ahora.
—Abuelo…
—¡No hables más de esto, ve a descansar! —La cara del anciano se volvió sombría.
Hai Xiaotang sabía que su abuelo estaba enojado.