Capítulo 2 parte 3
— Me voy, Seji-sensei.
Hoy es un nuevo día y me dirijo al instituto, como ya es costumbre llego un poco tarde y me voy directamente a mi asiento.
Y al parecer ya se hizo una costumbre que Kenji llegue a mi pupitre todos los días, me pregunto qué querrá hoy.
— Oye, Uraseku-chan, Hiroki ha estado preguntado por ti todo el día, creo que quiere verte.
— ¡¿Qué, Hiroki?!
Aplasto mi cabeza contra el pupitre y me llevo las manos para la frente, estoy altamente asustado por lo que me ha dicho Kenji.
¡Maldición, ¿qué le habré hecho ahora?! ¡Justo cuando pensé que este sería un día muy tranquilo!
— O no me digas que... quizás se enamoró de ti.
Kenji pone una cara picarona, ¡Ya van como diez veces que todos ponen esa cara!
— Cualquiera pensaría que eres una mujer por ese cabello...
— ¡Basta, nadie dijo nada de cabello!, ¡además de que no siento atracción por ningún hombre!
Me exalto ante Kenji, pero en eso sucede algo que me dejaría en blanco, Hiroki ha entrado al aula y se acerca hacia mí con una expresión de molestia.
— Uraseku, ve a la azotea después de clases, tengo asuntos que tratar contigo.
Luego de haber dicho eso, Hiroki regresa a su asiento, todos en la clase nos vieron, definitivamente, soy hombre muerto...
Kenji no puede soportar las risas.
— ¡Wuuu! ¡al parecer Hiroki quiere decirte algo, mejor aclárale que no eres mujer desde ahora o lo dejarás muy ilusionado!
Nuevamente le levante la voz a Kenji.
— ¡¿Cómo puedes estar tan contento?! ¡ese tipo va a matarme!
Golpeo nuevamente la cabeza en la mesa y llevo mis manos a la frente.
— La azotea no es el lugar para matar a alguien, además, si eso quisiera lo habría hecho desde hace mucho tiempo.
— ¡Ya, lárgate!
Kenji no puede aguantarse la risa mientras va de camino a su asiento, Hiroki escuchó cada cosa que dije, pero parece no importarle.
Aunque eso firme mi condena, iré a verlo en la azotea después de clases...
En eso, entra nuestro profesor de ciencias, Huevito-sensei.
— Vamos a ver dijo un ciego... ¡Buenos días alumnos!
Últimamente no he podido concentrarme en las clases porque mi mente a estado ocupada con otras cosas.
Temo que mis notas casi perfectas vayan a la baja...
Intento poner la mayor atención posible en las clases de ciencias y japonés.
Así pasa hasta la hora de almuerzo.
Decido encontrarme con otro de mis amigos del instituto, Fujisaki Makoto, el actual presidente del consejo estudiantil.
Makoto ha sido mi amigo desde poco después de haberme mudado a este país, se podría decir que es alguien de alta confianza.
Él y yo decidimos almorzar esta vez juntos.
Cuando le cuento lo sucedido no puede evitar reírse por lo que sucedió con Kenji.
— ¡Jajaja, ¿por eso te enojaste con Kenji?!
— Oye, que esto es algo muy serio...
— ¡Venga, no te pongas así amigo, levanta esos ánimos!
Makoto intenta levantar mis ánimos, pero en un momento así solo pienso en comer porque no he desayunado.
— Ya, olvidemos eso, vamos a comer.
— Bueno, ya que cambiamos de tema, ¿te interesaría formar parte del consejo estudiantil?
El bocado que estaba a punto de darle a mi comida fue interrumpido por esa pregunta.
— ¿Para qué? No sé en qué podría serle útil al consejo estudiantil.
— ¡Por favor, Uraseku, todos sabemos que en realidad eres muy inteligente!
Makoto se pone muy suplicante, realmente no quisiera pasar en el consejo estudiantil, es mucha responsabilidad.
— Lo pensaré, no creo tener mucho tiempo para eso, por mientras tu planea mi funeral.
— ¡Jaja! Tranquilo, de seguro solo quiere hablar.
Makoto y yo continuamos comiendo.
Una vez acabado escucho una dulce voz, es Miru-chan.
— ¡Uraseku-senpai!
— ¡Ah, hola, Sakurai-san!
— ¡Hola, Fujisaki-san!
Al parecer, Makoto y Miru-chan se conocen.
— ¿Se conocen?
— Sí, Miru-chan es la secretaria del consejo estudiantil, es una compañera de mucha ayuda.
— Realmente no llevo mucho tiempo en el consejo estudiantil, apenas llevo tres días, no encontré el momento perfecto para decirte, ya sabrás el por qué.
Así que Miru-chan es parte del consejo estudiantil, si quería un motivo para formar parte de este pues aquí está...
Me levanto de la mesa muy seriamente con la cabeza hacia abajo y le digo a Makoto:
— Makoto-san, acepto tu solicitud de unirme al consejo estudiantil.
— ¡Así se habla, Uraseku-chan! ¿qué te hizo cambiar de opinión?
— … Nada, solo quise y ya.
Volteo a ver a otro lado muy sonrojado.
Miru-chan sonríe.
El motivo por el que me buscaba había sido porque encontró a un portador de un diamante muy cerca de aquí.
Esto no podemos hablarlo cerca de Makoto, así que decidimos hablarlo en otro lado.
— Así que Ai ha encontrado a un portador más...
Kibō sale del diamante.
— Es el diamante de la paz, debemos ir a buscarlo.
Miru-chan parece preocupada, es nuestra hora de almuerzo, así que no creo que haya mucho problema en que salgamos.
— Miru-chan, vamos.
— ¿En serio?
Ella voltea a verme muy asombrada.
— Sí, mientras más pronto lo hagamos será mejor.
— Entendido… estoy lista, senpai.
Miru-chan, Ai y Kibō se emocionan.
Salimos del instituto sin ser detectados, rápidamente nos dirigimos a lugar de donde venía la señal.
Finalmente llegamos después de un corto viaje a un pequeño monte.
Ahí está sentada y recostada sobre un árbol una niña con una vestimenta punk, un cabello negro con las puntas rojas y un gato pequeño en su hombro.
Supongo que es normal que sienta una mala vibra...
Capítulo 2 parte 4
La niña se encuentra bastante triste, hay mucha sangre en su espalda y en el árbol donde está recostada.
Un espíritu teru teru bozu se acerca a saludar a Kibō y a Ai, definitivamente, encontramos a la portadora de un diamante, pero ella no parecía encontrarse muy bien.
— ¡Hermanos!
— ¡Yasuragi!
Kibō y Ai saludan a su hermano, al parecer su nombre es Yasuragi.
Ni Miru ni yo sabemos cómo acercarnos a ella, ambos sentimos una mala vibra, pero al parecer la niña lo sabía así que empezó a hablar.
— Así que vinieron...
— ¿Sabías que vendríamos?
— Yasuragi sabía que venían.
Al parecer hizo esto para que la encontráramos, no parece estar en una buena situación.
Ella y yo podríamos pasar por una situación similar…
Miru-chan comienza a asustarse.
Yasuragi se acerca a nosotros con cara de preocupación.
— Ella tiene problemas, me temo que no escuchará lo que quieren decirle, solo quería ser detectada por ustedes para que sepan de su existencia.
— ¿Qué sentido tiene eso?
Miru-chan ha estado muy callada desde que ha venido.
Rápidamente noto que la niña tiene un corte en su rostro.
Tomo la iniciativa, me acerco a ella y me hinco para ponerme a su altura.
— ¡Ah!
Se ha sorprendido un poco, creo que no esperaba que me le acercara.
Acerco mi mano y aparto un poco su cabello para poder ver el corte en su rostro con más claridad.
— Ya veo, así que el diamante te está rechazando...
Al estar en una altura bastante considerable, el viento sopla y aparta suavemente el cabello de mi rostro mostrando dos cortes cicatrizando.
Parece estar sorprendida, pero hace un puchero y me empuja lejos de ella.
— Estas muy cerca.
Rápidamente me levanto del suelo.
Noto que dejó una mancha de sangre en mi uniforme debido a que su mano está llena de sangre.
Está sangrando mucho, no solo por el corte en su rostro, sino que por su espalda también.
Si su diamante está en la espalda, tendría sentido que haya querido quitárselo porque la ha lastimado mucho.
— Yasuragi, ¿sabes porque está sangrando tanto?
— Ella ha intentado quitarse el diamante porque la está lastimando.
Tal y como lo sospeché.
Miru-chan rompe su silencio y dice:
— ¿Tus padres no notan esas heridas?
— ¿Eh?
La niña no parece estar muy contenta después de escuchar eso de Miru-chan.
— ¿Acaso no están contigo para cuidarte?
— ¡Ya basta!
La niña se ha exaltado, se libera una poderosa aura celeste con negro sobre ella, Kibō, Ai y Yasuragi no parecen saber lo que está pasando.
Gracias a la fuerte aura que emana la niña, una fuerte ventisca nos rodea, Miru-chan rompe su silencio y dice:
— ¡Está sangrando mucho, deberíamos llevarla a un hospital!
Yasuragi le responde:
— ¡Creo que sería mejor dejarla sola!
— ¡Pero...!
No creo que sea lo más conveniente, no debemos dejar que el tema de los diamantes salga a la luz, si un doctor lo ve le empezará a hacer pruebas raras.
— ¡Miru-chan, es mejor dejar el tema de los diamantes en secreto, creo que Seji-sensei sabrá que hacer!
El aura desaparece al igual que la fuerte ventisca.
Me tomo un leve respiro antes de seguir hablando.
— Seji-sensei sabrá que hacer, ahora mismo no podemos llevarla con él.
Ahora dirigiéndome a la niña.
— Oye, tendrás que esperarnos para que te podamos ayudar.
— ¿Seguro que volveremos por ella? Me preocupa mucho.
Intento calmar a Miru-chan.
— Estoy seguro de que él sabrá qué hacer, no te preocupes.
Kibō y Ai, deciden traerse a Yasuragi con nosotros, Miru-chan y yo regresamos al instituto.
— Prometemos que regresaremos, no tienes de que preocuparte.
Ya cuando nos retiramos, la niña empieza a reír descontroladamente mientras empieza a llorar y luego dice:
— Sí de verdad les importara, no me hubieran dejado sola... como mis padres...
La niña se recuesta en el suelo y el aura vuelve a aparecer aún más fuerte y con tonos más oscuros.
Sobre ella se empieza a formar una enorme nube gris.
Miru-chan y yo regresamos a tiempo para las clases.
Durante estas, veo por la ventana y me preguntaba:
— El diamante de la paz... el diamante la eligió, entonces, ¿por qué la está rechazando?
Yasuragi que está bajo la mesa junto con Kibō me dice:
— En este momento ella no se siente en paz.
— Entonces, ¿por qué la eligió en un principio si no se sentía en paz?
Yasuragi cambio su mirada a una triste.
— Al principio, sus pensamientos y alma eran pacíficos, pero no me di cuenta de que estaba rodeada de la pelea entre sus padres, lo que ella más deseaba era la paz y lo confundí con su sentimiento más fuerte.
— Entonces el diamante le trajo más problemas, la empezó a rechazar e intentó quitárselo porque la estaba lastimando... debe estar realmente deprimida.
Kibō estuvo analizando la situación y dice:
— Temo que suceda algo... siento un aura muy malvada, creo que el diamante se está invirtiendo.
— ¿Invirtiendo?
— Si, ella ahora no se siente en paz, al parecer empieza a querer todo lo contrario, esto ocasionará que el diamante se invierta y se transforme en el diamante de la intranquilidad, si no puede controlar sus emociones puede que el poder del diamante sea demasiado para ella y la mate...
Justo después de lo que dijo Kibō, cae un rayo muy cerca del instituto y empieza a llover un poco fuerte.
Seji-sensei en la pupusería siente malas vibras.
— Chie... está lloviendo y no es invierno.
— S-Seji-sama, un diamante se está invirtiendo.
Esto es malo, ¡muy malo!
— ¡Ah!
Me pongo de pie en medio de la clase con cara de preocupación.
— Zeido-kun, ¿qué le sucede? Regrese a su asiento.
El profesor pide que me siente nuevamente, pero nadie aquí entendería esta situación.
Rápidamente salgo corriendo del salón junto con Kibō y Yasuragi.
Yasuragi muy preocupado me dice:
— Esto es malo... ella se está acercando.
— Debo buscar a Miru-chan.
Se que ella debería de estar en el gimnasio recibiendo clases de educación física, así que me dirijo hacía ahí.
Abro la puerta muy fuertemente, llamo la atención del profesor, no es su nombre, pero yo le digo Pipo, es alguien muy grosero.
— ¡Argh! ¡¿qué hace baboso aquí?!
— ¡Pipo-sensei, necesito a Miru-chan!
Corro hacia Miru-chan, la tomo de la mano y junto a ella salimos a los pasillos para esperar el momento en el que la niña venga.
— ¡U-Uraseku!, ¡¿sucede algo?!
— Esto es malo...
Los espíritus teru teru bozu hablan mientras corremos por los pasillos, Ai dice:
— ¿Pueden sentirlo?
Todos los espíritus asienten, parecen saber lo que esto significa.
Realmente yo aún no lo tengo muy claro, pero sé que no es nada bueno y necesita de nuestra intervención.
Poco a poco el ambiente se torna oscuro.
El rostro de Yasuragi dibuja una expresión desesperanzadora.
— El diamante de la paz... ya se ha invertido.
— ¡¿Y por qué viene hacia acá?!
Le grito muy preocupado a Yasuragi.
La expresión en el rostro de Kibō cambia a una de preocupación.
— Cuando un diamante se invierte, el portador de este deberá cortarle la cabeza al espíritu de su diamante para darle paso a otro, en este caso, busca acabar con Yasuragi, el espíritu del diamante de la paz para darle paso al espíritu del diamante de la intranquilidad...
¡¿Por qué cuando preguntamos nadie dice eso?!
— ¡¿Cómo la detendremos?!
— ¡Debemos reinvertir el diamante y todo volverá a la normalidad, será muy difícil hacer eso ya que no podemos obligar a alguien a ser pacífico, debe adquirirlo por medios propios!
¡Si eso continua es muy posible que el poder del diamante termine matándola!
Creo tener claro lo que hay que hacer, no sé si pueda lograrlo, pero debo hacer que esa niña vuelva a sentirse en paz.
Capítulo 2 parte final
— Se lo que tenemos que hacer, pero deben prepararse, usaremos el poder de los diamantes...
Justo en mi salón de clases suena un estruendo muy fuerte.
Todos mis compañeros salen corriendo del lugar muy paniqueados.
La niña ha venido, tal y como lo esperábamos, ella busca a Yasuragi para darle paso a un espíritu malvado.
Ella muy llena de furia dice:
— ¡¿Dónde... está... Yasuragi?!
Está será nuestra primera batalla contra alguien, debemos usar el poder de los diamantes aquí en el instituto así que supongo que ya no será necesario ocultar la existencia de estos.
Ella podría morir si no se controla, no quiero lastimarla, aun así; me encargaré de regresar todo a la normalidad, espero poder hacerlo...
Espero poder salvarle la vida…