Lin Lanzhi lanzó el teléfono a un lado, enojada —¿No sé de dónde saca cara para venir a buscarme? Hielo del pozo profundo.
Su Le escuchó su maldición y preguntó —¿Quién es?
—¿Quién más sino esa perra Shen Feichi, pfft pfft pfft —Lin Lanzhi se corrigió apresuradamente—. No debería maldecir delante de ti, eres un buen chico.
—... —Él ya había sido mayor de edad desde hace bastante tiempo.
—¿Qué quiere de ti? —Su Le preguntó casualmente.
Se había estado llevando bastante bien con Lin Lanzhi durante este periodo de tiempo.
Así que hablarían de muchas cosas, la mayoría de ellas triviales.
—¿Qué más podría querer? Quiere un armisticio —dijo Lin Lanzhi con confianza—. Debe haber tenido un conflicto con Ji Zhihan, así que quiere que medie. Shen Feichi realmente piensa que caería en su truco, ni pensarlo.
—¿Por qué la odias tanto ahora? Fuiste tú quien intentó detener a mi hermana y a Zhihan de estar juntos por ella —Su Le preguntó como un recordatorio.