—¡Solo me pregunto cómo fuiste capaz de matar al Heligav de rango Keltia! —El Maestro del Dojo sonrió ligeramente al pequeño tamaño de Nial mientras se apoyaba en la puerta.
El Maestro del Dojo no parecía tenso, lo cual Nial notó con bastante facilidad.
—Simplemente di lo mejor de mí, ¿supongo? —Nial respondió con un encogimiento de hombros, reconociendo que en realidad había matado al Heligav de Keltia.
—¿Solo dar lo mejor?... ¿Es eso…? —El Maestro del Dojo pensó mientras mantenía su atención en Nial.
—Espero que no le dirás al Heligav que fui yo quien robó su cristal de habilidad Remolino de Caos, ¿verdad? —Nial preguntó en un intento de asegurarse de estar a salvo. En el futuro, podría querer regresar a Ciudad de la Alianza, lo que significaba que no debería estar en la lista negra, y mucho menos en la lista de buscados.