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[¡Advertencia! Capítulo de relleno]
Mientras las ofertas continuaban aumentando, los jugadores desarrollaban estrategias y calculaban los potenciales beneficios que cada plato podría aportar a su juego.
La casa de subastas virtual zumbaba de emoción, creando un vibrante mercado digital donde el valor de cada plato se extendía más allá de su atractivo visual al impacto tangible que podría tener en el periplo de un jugador.
A medida que las pantallas holográficas seguían iluminando el reino digital de la subasta oficial de Covenant, una ola de entusiasmo se propagaba entre los jugadores reunidos.
Ya no se trataba solo de los platos; una nueva sensación recorría la multitud a medida que una miríada de recetas de cocina aparecían en la pantalla.
Estas no eran recetas comunes y corrientes; iban desde placeres culinarios comunes hasta creaciones de grado raro, muy raro y legendario que solo podían ser soñadas por los jugadores y jefes inmersos en el vasto mundo de Covenant.