Academia Barbatos…
—Padre… ¿podría ser? —preguntó Iris con los labios temblorosos mientras miraba a su padre en busca de confirmación de su suposición.
—La posibilidad existe —respondió Alexander—. No me sorprendería si esto tiene algo que ver con Lux, pero algo no cuadra. Es algo que nunca había sentido antes.
—¿Qué quieres decir, padre?
—Realmente no lo entiendo yo mismo. Pero por alguna razón, siento que ha llegado una nueva era. Un gran cambio ocurrirá en el mundo. Sin embargo, no puedo decir si este cambio será bueno o malo. Todo lo que sé es que como Santo, puedo sentir claramente que este evento es el desencadenante de algo profundo.
Los Santos y el Supremo eran seres que podían entender las leyes del mundo y usarlas a su favor. Sin embargo, Alexander podía sentir que una nueva ley estaba a punto de nacer, y esta ley cambiaría las creencias arraigadas que muchos pensaban que estaban fijadas en piedra.