Mientras Lux se enfrentaba a los Monstruos que venían a atacarlos, un alboroto ocurría en la caverna donde los representantes de las diferentes facciones observaban la batalla a través de las proyecciones frente a ellos.
Todos pensaban que el Medio Elfo, así como los otros adolescentes, sufrirían una derrota dolorosa contra la Serpiente Alada y los Wyverns.
Ninguno de ellos anticipó que la situación sería lo contrario de lo que esperaban ver.
Observaban boquiabiertos cómo el Medio Elfo se ocupaba de la situación con facilidad, solo. Un momento después, uno de los Iniciados del Palacio de Cristal resopló.
—¿Y qué si derrotó a un Monstruo de Rango Argonauta? —declaró el Iniciado—. Nuestro Maestro ha lidiado con docenas de ellos. Al final, cuando se enfrente al Jefe Mundial Acorazado, se dará cuenta de cuán efímera es su victoria.