Finalmente, tres horas después, Lux y su compañía llegaron a la zona segura del Calabozo Sagrado.
Luego les pidió a todos que descansaran durante una hora para recuperar sus fuerzas, mientras él hablaba con su padre, Alexander, sobre los acontecimientos en el Reino de Zangrila.
Lux no ocultó nada, incluyendo la nueva profesión a la que había ascendido, así como el convertirse en discípulo de un Nigromante que solo tenía el Rango de Apóstol pero que podía controlar a Deimos no Muerto y Monstruos de rangos superiores como si no fuera nada.
Alexander escuchó la historia del Medio Elfo con gran interés, especialmente cuando el adolescente de cabello rojo mencionó que había estado en Zangrila.
Como Santo, a Alexander le gustaba leer libros de historia en su tiempo libre para obtener una mejor comprensión del mundo.