—Al parecer, tienes razón. El nuevo ataque a la Capital Tretidiana ya es tendencia mundial —declaró Andrew después del cierre de sesión que hizo para comprobar si lo que teorizaba Kaizen era correcto.
—Lo sabía... —murmuró Kaizen.
Inmediatamente, Kaizen comenzó a explorar cada centímetro de la barrera, tocándola, estudiándola con sus ojos y buscando posibles fallas o puntos débiles. No tenía tanto conocimiento como Alina, pero cuando estaba bajo presión, Kaizen parecía ser capaz de duplicar su capacidad cognitiva. Escaneó la barrera, buscando signos de energía o patrones que pudieran revelar una forma de romper la barrera. Sin embargo, cada escenario que imaginaba para intentar penetrar esta barrera mágica terminaba mal en sus simulaciones mentales.