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—Porque no pueden saber lo que estoy a punto de hacer —declaró Klank, mirando hacia la mesa.
Kaizen miró asombrado al chico de cabello verde y luego observó alrededor.
En el segundo piso de la taberna, había menos de una docena de personas y todas ellas parecían lo suficientemente borrachas como para no preocuparse por lo que sucedía a su alrededor. Así que Kaizen se dio cuenta de que estaría bien para ellos hablar allí.
—¿Qué quieres decir con eso? No quiero convertirme en enemigo de los Soldados Carmesíes —dijo Kaizen.
—¡Eso no es lo que estás pensando! —exclamó Klank, dándose cuenta de lo mal que sonaron sus anteriores palabras para el Psíquico—. No voy a traicionarlos ni nada por el estilo. Solo quiero sorprenderlos.
—¿Sorprenderlos? ¿De qué manera?
—Aún no te lo he dicho, pero mi mayor objetivo desde siempre ha sido convertirme en un Evolucionado con la mayor cantidad de Puntos de Atributo que uno pueda obtener, es decir, con 500 Puntos de Atributo.