(Fuera de un salón de masajes de alta gama)
Después de estar borrachos perdidos, el grupo salió tambaleándose del baño hacia el distrito de luces rojas, donde planeaban probar el famoso masaje de las ocho tentáculos.
El metabolismo de Max era el mejor debido a su cuerpo Dracónico con dos corazones, lo que le permitía metabolizar el alcohol más rápido y mejor que sus compañeros, haciéndolo el más sobrio de todos ellos, pero aun así estaba bastante mareado.
Severus estaba moderadamente borracho, se saltaba un paso de cada diez que daba, tropezando ligeramente y riendo sin razón aparente.
Estaba en el punto más alto que el alcohol podía llevar a un individuo y estaba pasándola realmente bien.
Sebastián, sin embargo, había alcanzado la frontera entre la cordura y la realidad.
El enano había perdido la función móvil llamada caminar y tenía la capacidad de atención de un niño de dos años.