—¿Por qué no podemos salir por tus viajes improvisados por la tarde? ¿Por qué tienes que sacarme de la cama cada vez? ¿Encuentras algún placer sádico en arruinar mi sueño? —Sebastián se quejó estando de muy mal humor por haber sido arrastrado fuera de la cama temprano en la mañana.
—Oh, deja de quejarte, duermes hasta las 12 del mediodía, esa no es una hora apropiada para despertarse —replicó Severus, ya que desaprobaba completamente el hábito de Sebastián de levantarse tarde en el día.
—No es mi culpa que me despierte tarde, me encantaría disfrutar de las frescas mañanas de Dombivli, PERO ALGUNAS PERSONAS ME HACEN TRABAJAR HASTA LAS 6 de la mañana, no soy un vampiro y no puedo beber sangre para reponer mi energía como ustedes, aunque soy fuerte, necesito de 4 a 6 horas de sueño de belleza —Sebastián dijo mientras gritaba a Max en el medio, recordándole lo sobrecargado de trabajo que estaba.