—Bien, bien, bien, mirad chicos... Es el sabueso —dijo Keane Kingsman mientras bajaba por la colina.
—¡Es la bestia! ¡El mago loco! ¡El SABUESO! —dijo Roy Kingsman mientras hacía exagerados gestos con las manos para hacer que sus palabras sonaran más dramáticas.
—Es una perra —uno de los secuaces de los Kingsman dijo mientras todo el grupo estallaba en un gran "Ooooooo".
Max sabía que estaba jodido cuando vio a 12 enemigos riéndose de él y burlándose con armas en mano.
Si se ofendía y luchaba de la manera convencional, estaba seguro de ser asesinado antes de poder herir a un solo oponente.
Era una situación desesperada, y en tales situaciones solo había una técnica definitiva que podía ayudarle a sobrevivir.
Crecer viendo anime siempre hizo que Max odiara esta técnica, porque el héroe parecía siempre obtener un impulso irreal del truco y de alguna manera siempre volvía fuerte para vencer a los villanos, sin embargo, ahora esta era la única técnica en la que podía apoyarse.