—¡Blake, ¿te olvidaste del gusano de arena! —gritó Lillia, sacando a Blake de su asombro. Pero era algo de esperarse ya que el Coloso y un Argona eran monstruos a los cuales aún no se acercaba y este hombre los había convertido en monstruos no muertos.
—¡Jaja! ¿Cómo se siente ser forzado a luchar contra los monstruos más fuertes de este mundo? —Los ojos de Fredrick estaban llenos de una luz loca. En este momento, se sentía como el gobernante del mundo. Podía hacer cualquier cosa con estos tres no muertos a su lado. Incluso el líder de los reglios apretó los dientes al ver a los enormes monstruos que normalmente incluso él evitaría, bajo el control del nigromante.
—¡Mierda! Ishtar, con el poder que tienes, ¿eres capaz de enfrentar alguna de esas cosas? —preguntó Blake mientras observaba a los dos enormes monstruos comenzando a moverse hacia su grupo.