—¿Qué demonios es eso? ¿Por qué no muestra su punto débil fatal? ¡No me digas que no tiene uno! —William estaba bajo mucha presión en este momento, comenzando a perder la sensación en su brazo izquierdo. No podía ver su cuerpo real, pero estaba seguro de que si lo hiciera, estaría lleno de heridas profundas.
Eso no importaba siempre que finalmente alcanzara su objetivo y aprendiera este secreto muy importante. Sin embargo, la figura frente a él permanecía en silencio, sin mostrar ningún cambio o hacer nada en absoluto. Y cuando William empezó a perder la esperanza, se preparó para decirle a Arturo que cancelara la formación, algo empezó a cambiar.
El cuerpo del monstruo estaba hecho de partículas de polvo dorado, por lo que parecía una estatua dorada. Y ahora William podía ver un débil punto blanco que aparecía justo en un lugar en medio del pecho.