—¡Se extiende... se extiende por decenas de kilómetros!
—¡Y se mueve bastante rápido considerando su gran área superficial!
Todo el mundo comenzó a charlar y expresar sus dudas y sorpresa acerca de esta tormenta. Nadie jamás imaginó ver algo así, excepto uno; William.
—¿Entonces dónde está esa cosa con cabeza de oso? Señor Problemas, ¿lo confundiste con algo más o qué? —Ibra se volvió hacia Tomás y dijo, atrayendo la atención de todos hacia este último.
—Ejem... No lo había visto de esa manera antes —incluso Tomás se sorprendió por la extraña apariencia de esta tormenta—, pero lo que dibujé fue lo que vi utilizando mi poder.
—¿Me estás diciendo que esta gota negra del tamaño de una montaña es en realidad una cabeza de oso? ¡De ninguna manera! —Lang respondió. Y antes de que Tomás pudiera decir algo para defenderse, William de repente dijo:
—No está mintiendo, de verdad hay algo así en esa tormenta.