—Denis, la persona que ayudó a Noah a crear la formación, estaba de pie dentro de una habitación —comenzó el narrador—. Las heridas en sus hombros que fueron creadas por Noah estaban completamente curadas y él estaba en perfecto estado.
Un hombre vistiendo el uniforme de un curandero estaba sentado frente a él, pero los ojos del curandero estaban sin vida y su cuerpo estaba completamente pálido, como si alguien le hubiera drenado toda la sangre de su cuerpo.
—Denis prestaba atención a la pequeña pantalla que mostraba lo que estaba sucediendo afuera.
Cuando vio a todos los participantes saliendo del pequeño mundo, sus labios se curvaron hacia arriba.
Sacó un pequeño plato redondo de su anillo de almacenamiento y comenzó a infundir su maná en él. Justo cuando empezó a infundir su maná, la formación que estaba grabada bajo tierra y cubría todo el campo del estadio se activó.
—Denis apretó los dientes cuando el plato comenzó a absorber su maná a gran velocidad.