Aiden ahora se enfrentaba a un dilema. Necesitaba averiguar si quería irse de inmediato con Emma o volver a la mansión Abrasallama para pensarlo un poco más.
Aiden sabía que regresar a la Mansión sería un movimiento audaz considerando que había atacado a la criada que había estado supervisando todas sus acciones. Era consciente de que probablemente habría algunas consecuencias que resultarían en que se le restringiera. Había buenas chances de que Aiden no pudiera ir a donde quisiera la mayor parte del tiempo.
—¿Quieres seguirme, estás seguro de eso, cierto?
Emma lo miró a los ojos preguntándose qué estaba sucediendo. ¿No había sido él quien quería esto desde el principio? Había una razón por la que había venido aquí sola por la noche para encontrarse con él.
—Sí, quiero hacerlo.
—Hmm...
Había muchas cosas en las que Aiden necesitaba pensar mientras se sentaba en el techo. Todo en su mente se movía tan rápido, mientras seguía pensando en tantas cosas diferentes.