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—Puedes sentarte —empezó David mientras le indicaba a Evelynn que se sentara en la silla que estaba justo enfrente de él.
Evelynn se sentó en la silla y esperó pacientemente a que David le explicara por qué estaba allí en ese momento. Sin embargo, parecía que él no tenía nada que decir, ya que no dejaba de mirar a los ojos de Evelynn.
—¿Hice algo mal? —preguntó ella, preocupada por la mirada que estaba recibiendo del director.
Él parecía preocupado, inseguro de qué decir a continuación. —No, tú no hiciste nada malo, bueno al menos… no creo. ¿Hiciste algo malo?
Evelynn estaba un poco confundida por la pregunta ya que no tenía idea de qué estaba pasando, —Eh... ¿se supone que debo decir que sí?
Ella no sabía por qué, pero podía sentir que había algún juicio viniendo del director, y eso era algo que nunca había querido experimentar. Pensó que sería una gran conversación que los haría acercarse, pero eso no parecía ser el caso en absoluto.