«Parece que eso funcionó», pensó Aiden.
Sin embargo, Li Yang no parecía estar convencido por el acto que Aiden acababa de hacer, ya que su rostro hizo una expresión bastante extraña al mirar hacia abajo.
Una expresión que podía significar muchas cosas, pero una cosa era segura, Li Yang actualmente dudaba de la identidad de la persona que estaba frente a él.
No obstante, decidió esperar a confrontarlo o investigar más tarde, ya que este presentimiento se basaba únicamente en su intuición.
—Bien, ¿puede alguien resumir rápidamente la situación actual en la que nos encontramos? —preguntó Aiden a las cinco personas frente a él.
Pero cuando vio las caras de incredulidad en cada uno de ellos, supo que acababa de cometer un error, sin embargo, ninguno de ellos preguntó por qué haría tal pregunta, estaban demasiado asustados.
De hecho, el que acababa de faltarle el respeto vagamente comenzó a hablar y a explicar todo.