La armadura de hielo comenzó a cubrir el cuerpo del dragón de hielo gracias a la Furia del Dragón, pero entonces, de repente, Rain apareció frente al dragón y perforó los ojos del dragón con cuchillas de hielo que emergieron cuando él las golpeó con sus puños.
Mientras el ataque de Rain perforaba los ojos del dragón, la enorme criatura soltó un rugido ensordecedor que resonó por toda el área. El sonido era un aullido inquietante de agonía y furia, que retumbaba como una tormenta atronadora. La voz del dragón llevaba una mezcla de dolor y enojo, creando un sonido espeluznante y helador que parecía reverberar a través del alma misma de quienes lo escuchaban. El rugido servía de testamento al inmenso sufrimiento que el dragón soportaba.