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Una vez más, Rain experimentó un aumento de poder, pero esta vez fue distinto y más reservado. Sus reservas de mana se expandieron exponencialmente, desbordando con una tremenda fuerza que estaba enfocada de manera precisa en un único campo: la magia del agua y sus diversas variantes.
Con esta recién descubierta fuente de poder, Rain aprovechó la oportunidad para manipular la gruesa capa de hielo que envolvía al dragón marino. Su maestría sobre la magia del agua y el impulso de energía habían alcanzado niveles sin precedentes, y utilizó este auge para invocar una construcción masiva de hielo.
Enormes cuchillas, formidables en tamaño y filo, emergieron de la capa helada que encerraba al dragón marino. Estas cuchillas cristalinas eran una clara señal de la maestría de Rain sobre la magia del agua, sus bordes resplandecían con intención mortal.