—Seara suspiró aliviada cuando vio a aquellos tres sanos y salvos. Seadrei todavía estaba inconsciente, pero la mayor parte del veneno había sido expulsado de su cuerpo. Aun así, tenían mucho trabajo por hacer.
—Con Seadrei ahora seguro en una cama, Terra dio un paso adelante. Su magia curativa se puso en primer plano mientras dirigía su poder hacia el emperador del mar. Semana tras semana de sufrir por el poderoso veneno había dejado el cuerpo de Seadrei en un estado de angustiante debilidad.
—La magia de Terra funcionó con eficacia potente, reparando el daño que se había acumulado con el tiempo. Era un bálsamo calmante para el cuerpo de Seadrei, aliviando su dolor y acelerando su recuperación. Cada momento que pasaba traía alivio, y el color lentamente regresaba a sus rasgos antes envenenados.