—Eso no es asunto tuyo, humano. Finalmente ha llegado el momento de que paguéis por vuestros crímenes.
—De verdad que me estáis poniendo los pelos de punta —frunció el ceño Rain—. Referirse a mí como humano en vuestra cabeza es una cosa, pero decirlo en voz alta es realmente raro.
Rain no pudo evitar ver a través de las obvias provocaciones de los líderes de la tribu. Sus provocaciones parecían diseñadas para incitarlo a la violencia y, a su vez, provocar a sus tropas. Era una estrategia clara para hacer que la gente mágica actuara con ira y brutalidad, incluso si tenían que morir por ello. Con la esperanza de inclinar la balanza a favor de la gente mágica.