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La gente del mar estaba acostumbrada a una forma profundamente tradicional de preservar su historia y conocimiento. Sus registros y documentos eran meticulosamente mantenidos en tabletas de piedra, grabadas con tinta negra, y sagrados rollos elaborados de algas marinas intrincadamente tejidas.
Estos antiguos métodos de registro, transmitidos a través de incontables generaciones, servían como testamento de la perdurable conexión de su cultura con el océano y su profunda sabiduría. La gente del mar sostenía estos registros con inmensa reverencia, y Seadrei, a pesar de su posición e influencia, no podía permitirse sacarlos de sus santuarios submarinos. Preservar sus tradiciones y salvaguardar su conocimiento era de suma importancia, y eran inflexibles en su compromiso con esta práctica.
—Tu magia es fuerte y tiene suficiente potencial con tu inusual forma de luchar. ¿Por qué quieres aprender más sobre la nuestra? —preguntó Seadrei cuando se dirigían al túnel.