Un estruendoso choque de metal siendo aplastado resonó por el área, enviando ondas de terror a través del ejército humano. En el siguiente instante, una violenta ráfaga de viento estalló con tremenda fuerza, sorprendiendo a los soldados desprevenidos. La repentina explosión atravesó sus filas, levantando a varios infortunados humanos de sus pies y enviándolos a volar hacia atrás para aterrizar en medio de sus compañeros soldados.
Los desafortunados soldados que se encontraron en el aire chocaron contra sus camaradas, creando un montón caótico y doloroso. El impacto fue brutal, y muchos de ellos aterrizaron con una fuerza aplastante de huesos, sus cuerpos atormentados de dolor mientras los huesos se fracturaban y las extremidades se lastimaban. El asalto inesperado los dejó desorientados y luchando por recuperar su posición en medio del tumultuoso campo de batalla.