—La batalla entre Nari y Alex había comenzado, y los espectadores no entendían por qué dos personas en su temprana adultez se tomaban un juego de laser tag tan en serio. Nadie sabía cuán competitivos podían ser estos dos individuos, incluso en las tareas más mundanas, y mucho menos en algo divertido, como el laser tag.
Así, Alex y Nari ambos corrían a través de la arena, tomando cobertura detrás de obstáculos y disparando sus láseres el uno al otro con la esperanza de ganar. La batalla no terminó de inmediato como Alex pensó que lo haría.
De hecho, Nari parecía ser una jugadora bastante hábil, ya que cambiaba de cobertura sin fallos, evitando por poco los ataques de Alex cada vez. Dándose cuenta de que este juego del gato y el ratón no podía durar para siempre, Alex decidió tender una trampa.