```
—Lo intentaré.
Atticus había considerado varios escenarios antes de adentrarse en el mar de ácido. Desde el principio, estaba claro que para que las bestias sobrevivieran en tal entorno, sus cuerpos debían haberse adaptado a él. Esperaba que fueran increíblemente duraderas.
Con sus poderes elementales, Atticus no se habría preocupado por tales bestias. Pero ahora, el único arma a su disposición era su mana como tormenta, que podía desgarrar enemigos y rastrearlos implacablemente. Había sido suficiente para el primer y segundo desafío, ¿pero el tercero? La katana no lo haría tan simple.
Entonces, ideó una solución.
Basó su idea en el concepto de fusión de Dominios. Durante la batalla con los jefes de rama de la Orden Obsidiana, Atticus había comprimido su Dominio sobre sí mismo para concentrar su poder. Los Dominios dispersan energía demasiado finamente, malgastando vastas cantidades para cubrir un gran espacio, justo como su tormenta de mana ahora.