—¡No te muevas! ¡No te me acerques, o si no, mataré a Tristan Davis! —El líder de la banda usó a Tristan como rehén para que FaMo no le tocara. Pero poco sabía él que sus acciones le traerían más problemas y desgracias.
Zhen-Zhen, que ya se había calmado hace un rato, de repente volvió a enfurecerse al ver el arma afilada apuntando al cuello de Tristan.
Tristan ya estaba exhausto. Todo su cuerpo le dolía y sentía hormigueo después de que lo golpearan con bates de béisbol.
Si aún tuviera la fuerza restante para contraatacar, el líder de la banda no habría podido usarlo como rehén. Solo habría podido responder atacándolo.
Sin embargo, Tristan ya había gastado cada onza de su energía durante la pelea. Ahora se sentía débil. Ni siquiera podría mantenerse en pie si no fuera porque el líder de la banda sostenía su cuerpo.
—¡Tristan! —Matthew le llamó horrorizado. Quería proteger a Tristan, pero ya no podía mover su cuerpo.