Fu Hee soltó una risita sofocada con una mano sobre su boca.
—¿Te parece divertido esto? —preguntó Bai Fen con enojo. No podía tolerar el hecho de que Fu Hee eligiera reírse cuando ella estaba muy molesta, después de causar muchos problemas para ella y su hija.
Fu Hee dejó de reír y dijo, —No, no lo encuentro divertido. Debería ser yo la que esté muy enojada después de descubrir que fui utilizada.
—¿Quién te utilizó? ¿Hablas del hecho de que sugeriste que tu hijo se casara con mi hija y hiciste todo lo posible para que eso ocurriera, pero terminaste perdiéndolo todo? ¿Es por eso que dices que fuiste utilizada y viniste aquí para desquitarte?! —preguntó Bai Fen mientras la señalaba.
—Bai Fen, realmente debes tomarme por tonta. ¿Piensas que no sé lo que hiciste? —dijo Fu Hee con una sonrisa.
—¿A qué tonterías te refieres? —preguntó Bai Fen frunciendo el ceño. Se sentía insegura porque no sabía qué había descubierto Fu Hee.