Mientras Jia Li tenía curiosidad por saber qué decían los papeles, abrió el archivo y echó un vistazo a los documentos. El título del papel la sorprendió porque estaba escrito en negrita.
El documento era una escritura de propiedad a su nombre. Al leer el documento de propiedad que el abuelo Fu le había transferido, Jia Li se quedó en shock.
Fu Hua observó su reacción desde un lado y una sonrisa se dibujó en su rostro. Podía decir lo sorprendida que estaba por el enorme regalo.
Jia Li se volteó hacia Fu Hua con un brillo sorprendente en la mirada. —¿Fu Hua, el abuelo me envió esto por error? —preguntó.
—Tu nombre está ahí, ¿cómo podría haberlo enviado a la persona equivocada? —preguntó Fu Hua.
Jia Li sintió que el documento era una carga pesada para ella. El anciano acababa de comprar un edificio de apartamentos 🏨 en una de las zonas más caras de la ciudad y se lo había dado como regalo.
Jia Li estaba más que sorprendida. Era un regalo enorme para ella.